TRES CONSEJOS PARA FORTALECER EL SISTEMA INMUNOLÓGICO A TRAVÉS DE NUESTRAS EMOCIONES.

¿Sabías que nuestros pensamientos y nuestras emociones están íntimamente relacionadas con nuestro sistema inmunológico y si nuestras emociones son negativas, puede hacernos vulnerables a contraer múltiples enfermedades, entre ellas la actual y mortal enfermedad viral del Covid-19?

Esta enfermedad ha provocado numerosos casos de personas que presentan síntomas de ansiedad, depresión y estrés asociado al temor y miedo de contraer la enfermedad o que algún familiar la padezca, y en pacientes contagiados, al miedo de no saber cómo la enfermedad le afectará incluso después de haberse curado por las posibles secuelas que bastantes personas reportaron una vez sanadas.

Por tal motivo, es importante lograr mantener un estado de tranquilidad para evitar caer en la trampa de las emociones negativas que juegan un papel decisivo en nuestra vulnerabilidad física al contraer la enfermedad.

Pero, ¿de qué manera están relacionadas nuestras emociones con nuestro sistema inmunológico?, ¿cuáles son las emociones negativas? Y, por último? de qué forma podemos controlar estas emociones para que no jueguen en nuestra contra?

Cualquier estado psicológico ya sea positivo o negativo puede tener un impacto en nuestro sistema inmune. Numerosas investigaciones apuntan a la relación que se establece entre el sistema nervioso central, el endocrinológico y el sistema inmunológico, éstas investigaciones revelan que al estimularse el sistema nervioso ante la presencia de una emoción fuerte, provoca alteraciones en la respuesta inmunológica y altera la susceptibilidad a contraer o aumentar el crecimiento de tumores y otras enfermedades, hay una activación neurofisiológica, neuroquímica y neuroendocrina de las células cerebrales, por lo tanto, hay una alta correlación entre los estados psicológicos y la respuesta inmune.

Emociones Negativas

El miedo, la ira, la tristeza, son las emociones negativas básicas, de estas se desprenden muchas más, como la desesperación, frustración, decepción, culpabilidad y otras. En cierta medida todos en algún momento hemos sentido este tipo de emociones que son consideradas normales siempre y cuando mantengan una frecuencia y una intensidad relativamente baja, sin embargo, cuando estas emociones se vuelven frecuentes e incontrolables y afectan nuestras actividades diarias, entonces podemos hablar de un problema mayor.

El tema es bastante amplio y largo de explicar sin embargo, esta información es suficiente para que empiece a actuar ya y no se deje vencer con estas emocines.

A continuación menciono de qué forma podemos fortalecer nuestro sistema inmunológico con emociones sanas y positivas:

1. Relaciones sociales

Estudios revelan la asociación de la salud con las relaciones interpersonales hallando una mayor mortalidad entre individuos con pocas relaciones sociales comparados con personas que son tienen más contacto social.

Por tal motivo, es importante mantener contacto continuo con personas ya sean familiares o amigos lo que puede aumentar la probabilidad de hacer frente a cualquier enfermedad, pero cuál es la importancia de tener amigos?

El percibir apoyo social y emocional y mantener un contacto con personas cercanas incrementa la  actividad de células NK y un alto índice de proliferación linfocitaria que las personas que más bien son solitarias, los sentimientos de soledad, también están relacionadas con una peor respuesta inmunológica, asimismo se activa la hormona de la felicidad, la serotonina.

Así que, si tienes mucho tiempo sin ver o hablar con tus amigos o familiares, ahora es el momento de hacerlo para fortalecer lazos de amistad y prevenir cualquier tipo de enfermedad, aún con las restricciones sociales de contacto físico, la tecnología nos permite y nos ofrece la oportunidad de hacerlo con tan solo un click.

2. Percepción de la realidad

Si eres de las personas pesimistas que ve todo de color negro y oscuro, es momento de que cambies tu percepción y encuentres color a la vida.

El optimismo y el encontrar sentido y significado a las experiencias de la vida, están asociados a una mejor salud mental y física. Estudios de Taylor, Kennedy, Reed, Bower y Gruenewald (2000) mostraron que estas características actúan como variables que mejoran el progreso de las enfermedades, aumentado la probabilidad de recuperación en pacientes terminales e influencian positivamente sobre la salud en general y se evidenció buen pronóstico de curación en estas personas comparadas con personas pesimistas y con una visión catastrófica de la enfermedad.

No se trata de vivir en un mundo de fantasía, pero si de aceptación de la enfermedad o de la probabilidad de contraer alguna sin caer tampoco en el conformismo, si no de aceptar de forma tranquila y sin dejar que el miedo y el terror se adueñen de nosotros.

3. Controla tus emociones negativas

Puede parecer complicado al principio porque no sabemos cómo hacerlo, pero debemos manejar racionalmente la situación y no dejar que la desesperación nos invada y esto solamente se consigue deteniéndonos a pensar de qué forma sentir este miedo nos ayudará, más al contrario, el reconocer que estamos sintiendo estas emociones en el mismo instante en que aparecen, logrará que nos detengamos a pensar y actuemos en consecuencia, para distraer nuestra mente, podemos realizar actividades que nos agraden y que nos hagan sentir mejor, evitar ver o leer noticias que hagan que nuestras emociones nuevamente se disparen y buscar formas de relajar nuestro cuerpo para tranquilizarnos.

Así que ya sabes, el optimismo es una emoción positiva que traerá beneficios a tu salud, cambia tu forma de ver la vida y rodéate de gente que te hace sentir bien.